Del expolio que Cataluña ha venido haciendo al resto de España desde hace siete u ocho décadas
Hemos tropezado con
una publicación de tan pretérita fecha ya como el 2005, pero que no solamente
no ha periclitado en actualidad e interés testimonial y de recordatorio de lo que
viene sucediendo desde hace ya casi ocho décadas, sino que cada vez --según vemos estos días-- cobra aún más y más vigencia y pertinencia.
Siete u ocho
décadas --al menos--, porque es notorio
que desde el principio de su gobierno Franco cometió la ingenuidad de favorecer
continua y abundantemente a Cataluña y a las Vascongadas, sin percatarse de la
sabiduría que rezuma el consabido refrán de que: “quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”. (Como se transcribe
más abajo).
Se trata de un relato
vertido en términos coloquiales entre dos ancianos sobre la evolución del sentimiento de
‘autodeterminación’ que profesan algunos: expresión
manifiestamente
típica de esa fase
infantil de niño mimado que no hace más
que repetir y repetir ese “¡mío, mío!” con el que intenta acallar su ¡más que sobrada ! consciencia de que ¡efectivamente ! todavía --y ¡precisamente !-- no
tiene suficiente edad como para tener algo responsablemente suyo y… ¡por eso ! está obsesionado
en quererlo todo para él ¡y en exclusiva !,
SIN COMPARTIR lo que le regalan o lo que rapiña, como frenético afán
de encubrir su… aún… más que profundo primitivismo
mental…
Y es que, por su infantilismo, efectivamente no
logran alcanzar, aún, la VERACIDAD inmarcesible de lo que recogió Mijail
Gorbachov en su libro “La Perestroika”, cuya portada de Plaza-Janés (Barcelona
1987) y páginas 294 y 469 anejamos, y que decía asÍ: “La interdependencia [curiosamente,
quizá por editado en Cataluña, aquí, como se
ve, aparece
una pintoresca errata: el editor puso ‘independencia’ en vez de ‘interdependencia’, …; término aquél obviamente
en RADICAL contradicción con la frase e idea que el autor quiere expresar] de nuestro mundo es tal que los pueblos juntos
asemejan una cadena de alpinistas en la ladera de la montaña. Juntos pueden
ascender a la cumbre o caer juntos en el
abismo”. Y también: “Los procesos
objetivos conducen a que nuestro mundo, complicado y multifacético, esté cada
vez más intervinculado y sea más interdependiente”.
El artículo, en fin,
que también adjuntamos aquí en imagen facsímil, apareció el siete de octubre
del citado año, en la sección de ‘Firmas’ y bajo el genérico rótulo de ”A
contracorriente”, de “El Semanal Digital”. He aquí su transcripción:
Y
NO NOS HAN PAGAT…
Paseando iba por el parque al solecillo mañanero, cuando quise dar con mis huesos en rústico
banco ocupado ya parcialmente por anciano venerable que, lentes caladas, leía u
ojeaba algún periódico; así que, cumpliendo las leyes de los caminantes, le
pedí permiso para asentarme a su vera:
-- Buenos días nos dé Dios. ¿Me permite?
-- ¡Faltaría más! ¡Muy honrado!.
-- ¡Vaya días que hace! ¿Lloverá alguna vez?
-- ¡Lloverá! Mas quiera Dios que no sea torrencialmente.
-- ¡Pues sí! --corroboro-- Porque, con el cauce del Manzanares lleno
de máquinas y asfaltados provisionales, cuando caigan cuatro gotas... ¡menuda
se va a armar!
--¿Armar dice?. Pues... ¿y la que están
armando los catalanes?
-- Son cosas de políticos --divago--.
-- ¡Sí, sí! --replica-- ¡Pero con el dinero de todos! El
de mi pensión, por ejemplo.
Y mi interlocutor insiste:
-- ¡Sí, sí! Porque ¿acaso ahora los
catalanes nos van a devolver a todos lo que el régimen de Franco les dio para
tenerlos contentos? ¡Menuda sangría que se llevaron a costa nuestra! Y ¡por eso
presumen ahora de renta alta! A costa de Extremadura, Andalucía, los baturros y
La Mancha, por ejemplo.
-- Son cosas que pasan.
-- Que pasan --me aclara-- porque se ha perdido el sentido de la dignidad. “Cría
cuervos” --cita-- y... Que “quien da pan
a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”. O como dicen ellos: “nos
han [fotut], y no nos han pagat”.
-- Son vientos de egoísmo independentista que corren.
-- Pues ¡vale! Que se declaren
independientes. Pero que antes devuelvan todo lo que les dimos y, después, que
se les cierre la frontera: la luz, el agua, la gente, el comercio. A ver qué
hacen.
-- No crea --arguyo--: que, con lo ‘fenicios’ que son, seguro que ya
se buscarían algún chamarileo con el que ir tirando...
-- ¡Eso!: ¡que tiren, que tiren! Pero para el norte. Y que le
reclamen a Francia el Rosellón y la Provenza. ¡A ver qué les dicen!
-- A lo mejor consiguen erigirse en Comunidad Económica
Catalana
(...digo yo...) Porque lo que está claro es que el separatismo localista,
en los tiempos de unión y cooperación internacional que cursan, es la gran ‘parida’ (con perdón...)
-- ¡Como que hasta EE.UU. ha pedido ayuda por el Katrina! --me
puntualiza--.
-- Bien dice; pero, ¡en fin!
-- ¡En
fin, sí señor! Que la última sorpresa es que haya
Presidentes que juran “hacer cumplir la Constitución” y luego... ¡pues nada:
viva el perjurio, que diríamos...!
-- Bueno, bueno --concluí--: tendremos que tomárnoslo con calma...
Y me dispuse a levantarme.
-- ¡Quede con Dios!
-- ¡Y su amparo!...
Dr. Prof. Fernando Enebral Casares