domingo, 3 de enero de 2016

Las listas bloqueadas dan pie a una disciplina de voto que degrada el Parlamento a mero Votamento y obliga a pactos de legislatura





Aparte de la disfunción que producen --o que pueden producir-- las  listas electorales cerradas y bloqueadas  al deslizarse hacia el amiguismo y servilismo a la hora de confeccionarlas, y el pernicioso efecto que esto llevaría consigo de estar promocionando para la función de gobierno  a mediocres y apocados, también arrastran  el  riesgo de listillos que pretendan hacer ‘la inversión’ de encaramarse a los primeros puestos de una lista para desde allí, y en vista de tener así ‘garantizado’  un escaño en el  Congreso, tener igual de aseguradas unas ganancias casi de por vida con sólo calentar asiento, amén de poder concertarse con éstos y los otros para sacar adelante leyes --como reiteradamente nos cuentas las películas-- que beneficien a ‘grupos de presión’ que,  a su vez, pagan generosamente esos ‘servicios’

Por ejemplo, mucho nos tememos que esto YA ESTÉ sucediendo --aunque en el ámbito provincial--, en relación con empresas que aspiran a sacarles los cuartos a los pobretones y apaleados copropietarios de viviendas, a quienes, de un tiempo a esta parte, se les persigue con nuevas reglamentaciones que les ‘imponen’ obras --‘supuestas’ mejoras--  con las que dichas empresas hacen su agosto al ‘encargarse’ de ejecutarlas de acuerdo con los administradores de las fincas y con algún que otro avispado, y  forrarse  todos.

Casos que serían inviables con sólo que los que encabezan las listas no pudiesen con eso ‘garantizar’ a los lobbies el que saldrán elegidos y podrán luego dedicarse a ‘devolverles’ el favor (recordamos, v.gr., lo que hizo Zapatero con los bancos que habían ‘perdonado’ al PSOE 33 millones de euros).

En este sentido, obligado es llamar la atención que el candidato que se postule en las Cortes para Presidente del Gobierno NO TIENE POR QUÉ ser OBLIGATORIAMENTE ‘cabeza de lista’ alguna, y ni tan siquiera afiliado a partido o grupo alguno; sino que podría perfectamente ser sólo --y no es poco-- persona de conocida inteligencia, honestidad  y aptitudes.  (Es la condición con la que, como ‘independiente’, estuvimos conformes con el proyecto de encabezar por los años ochenta y tantos una lista de partido importante en Madrid, y que luego, en alguna medida, imitó el Sr. Aznar cuando fue presentado para análoga función con el único aparente mérito de tener firmada por adelantado una supuesta ‘carta de dimisión’ llegado el caso).

Aparte de esto, es lo cierto que las listas cerradas y bloqueadas inducen a la gente al nefasto error de creer que los candidatos de los partidos sólo representan a esos partidos, y no al conjunto de ciudadanos que es, en cambio, lo que enseña doctrina superpacífica --es decir, nunca controvertida-- de Teoría del Estado.

O sea: que los candidatos electos por Extremadura representan tanto a sus paisanos como --pongamos por caso-- a los catalanes (y viceversa) desde el instante en que recojan su Acta de Diputados. (De ahí que es completamente disparatado, y sólo producto de la ignorancia más propia de guardería infantil que de Universidad alguna, el que algún diputado viniere luego, por ejemplo, a jalear algún trámite ‘independentista’: primero tendría que haber renunciado a su escaño).

Pero es que también aquel tipo de listas electorales corrompen el propio funcionamiento del Parlamento.

Porque es tal  la ‘dependencia’ que han creado respecto de los ‘jefes’ que les designaron, que ya en el Congreso CARECEN POR COMPLETO  DE VOZ PROPIA, tal y como evidencia la degradante ’norma’ de la disciplina de voto (disciplina que hoy ni siquiera cabe que exista en un parvulario), con la que el electo abjura de su inteligencia y se somete sin rechistar a lo que ‘le manden’ (Otra alarmante muestra de que Hítler acecha desde todos  los rincones…)

Es lo que citaba con gracejo Alfonso Guerra con aquello de que “quien se mueva, no sale en la foto”.

¡Claro: cómo va a moverse quien ha vendido ya la progenitura de su criterio por el plato de lentejas del almuerzo en el Congreso!

Por esta obvia razón resulta que el ‘Parlamento’ HA DEJADO DE  SERLO, y se ha convertido en mero Votamento, sin posibilidad alguna de intercambio de ideas razonadas;  sino que cada cual está ya PREDESTINADO en un único sentido…

Es por esto por lo que se hacen entonces imprescindibles --que en otro caso NO lo serían-- los llamados ‘pactos’  de  legislatura  (o ‘compromisos’ entre grupos parlamentarios) que lo que acuerdan es  compartir  su ‘disciplina de voto’.

Pero hay que decir con la mayor claridad que esto es tan contrario a la esencia misma del régimen parlamentario (que se basa lógicamente en la más estricta LIBERTAD DE VOTO, conforme corresponde a adultos y a ¡nada menos que! ‘REPRESENTANTES’ --que ni siquiera ‘mandatarios’-- y de ¡TODOS! los ciudadanos --y no, de éste o aquel ‘grupito’--) que, en rigor, provocaría la NULIDAD RADICAL de TODO LO así ADOPTADO.

Y no me vengan diciendo que en todo el mundo se hace lo mismo: porque eso no es más que constatar que en todas partes cuecen habas y se han prostituido por el ya citado plato de lentejas…

RESUMIENDO: las listas electorales cerradas y bloqueadas crean un  cordón umbilical  entre los electos y quienes allí les plantaron que, entonces, se sienten obligados’ a renunciar  a su propio discernimiento, y obligados’ a secundar cuanto se les ‘ordene’.

Razón por la cual el  Parlamento  se transmuta --como decimos-- en simple Votamento  y todos los diputados se pondrían ir a su casita porque con que los jefes de grupo retuviesen el ‘peso’ de votos que les hubiese correspondido en las Elecciones: ya nadie tendría que estar allí ‘de florero. Y eso nos ahorraríamos.

De modo que bastaría con que los diputados electos se comportasen como adultos y diesen la patada a la ‘disciplina de voto’, para que, entonces, NINGUNA NECESIDAD DE PACTOS DE LEGISLATURA habría porque, para CADA ASUNTO, y en CADA MOMENTO, ¡CADA! diputado apoyaría la MEJOR razón expuesta ante todos (que, repetiremos:  representan a ¡TODOS! los ciudadanos).

Así pues, lo de las listas ‘cerradas y bloqueadas’ supone un lastre muchísimo mayor de lo que cabría pensar a primera vista.

Pero… ¿con qué las sustituimos?  (Esa es otra cuestión…)


PD para Iglesias (que, por cierto, ¡vaya nombrecito! para ser el suyo): verá su señoría que hay ‘otras’ formas de ser ‘revolucionario’  sin necesidad de ‘tirarse a la calle’ o profanar capillas, sino usando el cerebro.


Prof. Dr. Fernando Enebral Casares



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