Felipe González deja con el trasero al aire al propio PSOE al arremeter contra la ruina en que está Venezuela tras ser asesorada por los chicos de Podemos
Felipe González,
joven --más joven que nosotros-- abogado
laboralista como otros buenos amigos nuestros de aquellos días, nos caía bien, a pesar de discrepar puntualmente --como es
lógico-- de su gestión de Gobierno.
Por ejemplo, de ningún modo
estábamos con él de acuerdo en aplicar, como hacía, a ‘gastos generales’ (pagar
sueldos, construir AVE’s para ferias o ‘exposiciones
universales’ sevillanas, etc, etc) los ingresos por
cuotas que la Seguridad Social exigía,
y que, de este modo, pasaban
a ser un mero y puro y duro ‘SEGUNDO
IMPUESTO’ que se imponía precisamente SOBRE
EL TRABAJO, en vez de hacerlo sobre las rentas que, verbigracia, procediesen de actividades sólo especulativas y no productivas
(cf., nuestro artículo publicado el 14 de
marzo de 1994, que adjuntamos).
Tampoco en otras
muchas materias que, por nuestra mayor edad y preparación universitaria,
científica y filosófica, obviamente estábamos en condiciones de poder discrepar
tranquilamente de su criterio.
Pero, con todo y con eso, se
mantuvo en una cierta ‘discreción en el disparate’ que siempre fue muy de agradecer.
Por eso ahora seguimos
con cariño sus intervenciones públicas y, con
satisfacción, concordamos con él en algunas.
Así sucede con
lo que viene diciendo sobre el enorme dislate que debe considerarse querer
trasponer a España, mediante el novel partido denominado abusivamente
como ‘Podemos’ --plagiando el “Yes, we can” de Obama en su campaña a
las presidenciales yanquis de 2008--, los modales gubernativos de la Venezuela que
Nicolás Maduro ha ‘secuestrado’ incluso con desprecio de diversos derechos
ciudadanos substanciales. El último, el querer
implantar un ‘régimen asambleario’
con gentes de su cuerda, para ‘derogar’ el
resultado de las elecciones recientemente celebradas allí.
Tiene razón Felipe González en que sería catastrófico
que, por votar a este pintoresco ‘Podemos’
--con el que, no obstante, coincidimos en algunos aspectos (por seguir
estrictamente la sabia norma escolástica de razonamiento y discusión: “admito, pero distingo”)--, pudiésemos llevar a la propia España al caos económico,
social y político al que ha arrastrado, y en el que ha hundido, Maduro a
Venezuela.
Pero nos resulta curioso y oportuno resaltar que este mismo argumento que, certeramente, expone
Felipe para que huyamos de los cantos de sirena de Pablito Iglesias, también podría volvérsele contra el PSOE que
gobernó el desastroso Zapatero y que ahora quiere reeditar insensatamente Pedro Sánchez.
Porque es un hecho histórico, innegable, que Zapatero arruinó por completo a España. Véase, al
respecto el comentario que se
publicó en internet el 15 de mayo de
2011, y que aquí reproducimos.
En él se ven imágenes
de un populoso
mercado de barrio que, por la crisis en que Zapatero nos hundió, aparece
desierto y con la mayoría de sus puesto cerrados… porque la gente ¡hasta
había dejado de poder comer…!
En fin: que, sea como
fuere, lo que es obvio es que no se pueden revivir
políticas económicas basadas en gastar más --mucho más-- de lo que se tiene.
Porque entonces, con
eso, “la gente ¡muere!” (en palabras
del guión de la película “Algunos hombres buenos”).
Prof.
Dr. Fernando Enebral Casares
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