jueves, 16 de febrero de 2012

Un absurdo Universo plano con hoyos que desvían la luz

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Enlazando con lo expuesto en nuestro anterior comentario sobre el vacío y la nada, habremos de preguntarnos, en primer lugar, si es serio dar por buena la  teoría de la relatividad, de Einstein,  cuando este señor partió de un craso error: suponer que el Universo era  estático  (siendo así que está comprobado y aceptado que el Universo está  en expansión,  es decir,  ‘no  es  ‘estático ).

El que el Universo, según Einstein, esté colocado sobre un  ‘espacio¡plano !  (o ‘lona’), que  no  se expande  (contrariamente a lo que    que sucede)  pero que se ‘curva alrededor de los cuerpos celestes (a modo de cómo se ‘hunde’  la  lona  sobre la que se depositan  bolas  pesadas),  podría, quizá, servir de metáfora para un  parvulario.  Pero es  tan absurdo  en todos sentidos, que  no puede  tomarse en serio.

Porque, ante todo, los astros --como es obvio-- no están  alineados  sobre un  plano… como para que éste pueda  combarse  por lo que  pesen  ellos… Y entonces, ¡qué!: ¿es que habrá muchos  ‘planos colocados de muchos modos?  Y… ¿por qué pondremos el ‘plano’  por abajo  del astro, en vez de por algún costado o por arriba suyo?  Porque… según Einstein… la  luz  va a  desviarse  dependiendo de  dónde  hayamos situado ese ‘plano’… (y no es lo mismo que un rayo, que se acerca a una estrella, se desvíe hacia abajo que hacia arriba o a la derecha o izquierda…).
 
Y, en consecuencia, ¿cuál o cómo será el ‘espacio’ global  del Universo?  Einstein, cucamente, no lo dice. Sus corifeos, tampoco.

Es más: algunos apuntan que los  ‘agujeros negros (de los que hablaremos en próxima ocasión)  son como ‘tubos’ (los llaman ‘agujeros de gusano)  que conectan los dos  ¡planos!  de  ¡dos !  Universos (o uno,  ¡doblado !  como si fuese ¡un emparedado!). Así que parece que se inclinan a pensar --con pasmosa terquedad contra toda evidencia-- que ‘todo’ universo  está ‘depositadosobre ¡un plano !
 
Pero  de ningún modo  puede aceptarse que el conjunto del espacio (o espacio global) sea  plano  (como esa bonita ‘lona’ que nos pintan)  y  ni  tan siquiera  esférico  o elipsoidal.

 No hay ‘lona’ sobre cuya ‘superficie’ se  depositen  los astros, sino que  el espacio  parece, más bien, como un   ‘fluido  en el que los objetos quedan  ‘envueltos :  fluido que los  recubre  (junto con su  entorno  específico o área de  influencia), pero ‘fluido’ que  no-existe-más-allá-de  esos recubrimientos,  aunque  se expande  a medida que se separan aquéllos…
 
Por tanto, el ‘espacio’ global  del Universo parece que podría tener una apariencia  glomerular  (es decir: como una inflorescencia compuesta --vid. margen--; conjunto de ‘bovedillas’; arriñonado) en función de su contenido. Pero, desde luego, ni ‘plano’, ni con alguna otra forma geométrica prefijada sobre el papel por algún ocurrente delineante …

Y es que el símil de ‘la lona’ se ha montado, a lo que parece y contra lo evidente,  en  intento desesperado  de salvar el terco  dogma  de que la  velocidad  de la luz sea  constante.  

Se nos dice, en efecto, que esa velocidad es constante  aunque  varíe su trayectoria… porque lo que varía es… ¡el espacio!. O sea: el que ‘la lona’ (el espacio) se  hunda  por el peso (fuerza gravitatoria) de los astros se emplea como  excusa  para mantener que la velocidad de la luz sea  constante,  y se aduce que es culpa de esos ‘hoyos’ el que  cambie  de dirección  aunque  su velocidad  siga  siendo constante

Pero, a lo que parece, estos sesudos señores ni siquiera han aprobado el bachillerato y, por eso,  todavía no se han enterado  que la ‘velocidad’ es una magnitud ‘vectorial, compuesta por una  dirección  y sentido  (‘flecha’) y una  cuantía  o ‘tamaño’ de la flecha (componente ‘escalar ) que incluso aumenta o disminuye en función de que otras magnitud vectoriales la alcancen y alteren. Y que, por tanto,  el sólo hecho  de que un móvil  cambie  su trayectoria es  prueba  de que ha  variado  su  velocidad’, al haber variado la componente vectorial de ésta (que es, precisamente, la ‘dirección’ del desplazamiento).
 
Por consiguiente, tratar de justificar mediante el icono de  ‘la lona  el que la velocidad de la luz sea constante  es impropio. Porque si, ‘de hecho’, se ha comprobado que la  trayectoria de la luz varía  (sea por el motivo que sea:  lona  o no)  durante su viaje por el Universo --y hasta tal punto que ni siquiera puede  escapar  de un ‘agujero negro’ (que por esto se llaman  negros )  porque siempre  vuelve  a ‘caer’ en él--, es, simple y llanamente, que su  velocidad  no  es  constante.

Pero seguiremos nuestras reflexiones en otro comentario.

(publicado también en:  http://peso-press.blogspot.com/ )

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